En el enclave del Rincón de Ademuz nace la manzana Esperiega, una variedad especial que únicamente se puede encontrar en los árboles de nuestra comarca, y que tiene la particularidad de quedarse helada y congelar el azúcar que tiene en su interior, por ello el reclamo de miles de visitantes hace que se animen repetidamente a volver a probar y a llevarse para sus seres queridos. La manzana Esperiega, las gachas, el puchero, el empedrado, y otros platos típicos del Rincón de Ademuz se fabrican a fuego lento bajo manos expertas y con los conocimientos que nuestros antepasados dejaron de generación en generación.
